3 feb 2015

Perder la paciencia tambien se vale!

No importa que tan buenos padres queramos ser para nuestros adorados perros, hay ocasiones en que todo parece confabularse en nuestra contra...Un mal día en el trabajo, una discusión, el trafico, cuentas por pagar, una migraña, un jefe insoportable o hasta nuestras hormonas nos ponen a prueba.

Sumemosle a eso llegar a la casa y encontrase la basura regada por el piso, charcos de orín en el lugar incorrecto, un jardín que parece una excavación subterránea o nuestros hijos que ladran sin cesar exigiendo atención, juego o paseos. Cuando tenemos perros, las travesuras pueden abarcar cualquier limite imaginable, y peor aun si tenemos un nuevo miembro en proceso de educación, cachorro o no, eso no importa, las reglas pueden no estar claras aun.

Yo las he pasado todas, les cuento algunas solo para dar ejemplos claros:  Chili cuando era muy cachorro decidió masticar una extensión eléctrica ENCHUFADA! Cuando volví a la casa la pared estaba negra, la extensión partida en pedazos y Chili escondido después de pegarse el susto de su cuadrupeda vida.

Otro día Chili y Brownie se las ingeniaron para robar de la cocina un litro de aceite y un kilo de harina (Porque y Como? No lo se) Hicieron fiesta entre los dos, para luego percatarse de su gravisimo error.  Pocas cosas peores he vivido, que el momento de entrar a la casa y percatarme del destare, ademas de la inminente indigestión que ambos se habían ocasionado...el olor era terrible!

Capi se cree especialista en búsqueda de tesoros, o talvez petroleo, pero cuando tengo que salir por mas de la cuenta, el se esmera en hacer todos los agujeros posibles en la menor cantidad de tiempo.

Para no ir muy lejos, esta mañana Poderoso me planto un berrinche como nunca antes, ansioso por salir al paseo empezó a ladrar y chillar incesantemente, mientras daba vueltas por toda la casa, arriba de los muebles, detrás de mi y no me dejaba ponerle la correa (siempre es complicado el momento de sacarlo a caminar, pero usualmente es controlable y poco tiempo después de salir se calma.)  En fin, el de hoy parecía no terminar, y cuando lo sujete para ajustarle la correa y la mochila me mordió!

Me estaba volviendo loca! Quería que se callara, mi paciencia estaba al limite, es mas, ya se había agotado! Me enoje con el, lo regañe y decidí cancelar el paseo....Pocos minutos después, ya mas serena, me senti tan mal, era la peor persona del mundo, me enoje con mi perro y me deje llevar por la situación...Pero a quien no le ha pasado? Siempre escucho a mis amigas que en son de broma me dicen: "Es que los quiero tanto, pero aveces me sacan de mis casillas!" así que creo que todos hemos estado ahí, todos sabemos lo que es y todos nos hemos sentido como la peor basura luego de llamarles la atención y ver sus ojitos tiernos y manipuladores que inmediatamente nos hacen perdonar cualquier travesura o berrinche cometido.

Y es que creo que es parte de ser padre, incluso los padres de humanos pierden la paciencia y explotan ante la desesperación y frustración.  Así que la próxima vez que nos pase, no nos lo reprochemos, somos humanos, y hasta las perras regañan y mordisquean a sus cachorros para mostrarles los limites y ponerlos en su lugar.

En todo caso, hoy aprendí que la próxima vez que este por perder mis estribos y me sienta molesta con mis perros, lo mejor que puedo hacer es levantarme, irme y calmarme, porque después de todo, cuando nos enojamos no somos asertivos y eso es indispensable para ser un buen padre perruno, porque nadie quiere obedecer a una persona mal humorada que levanta la voz y se exaspera, no?


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