10 feb 2015

La vida ANTES y DESPUES de ellos.

Aveces la gente me pregunta porque decidí convertirme en madre perruna, pero en realidad, al igual que el hecho de no ser una madre biológica, nunca fue una decisión concreta.  Desde niña decía que no quería tener hijos, luego conforme fui creciendo postergue la idea basándome en el concepto de que algún día se me desarrollaría el instinto como todos me decían...(sigo esperando que eso suceda.) Hoy a mis treinta-y-tantos y enfocada en otros aspectos de mi vida, creo que el tiempo me trajo donde estoy permitiéndome sentirme sumamente agradecida y satisfecha.  Mi opinión muy personal es que una mujer no necesariamente tiene que dar a luz para ser plena, y yo con mis tres perros soy una mujer feliz.

Yo creo fielmente que cada uno de mis perros ha sido parte de mi historia con un propósito especifico.  Muchas veces hablamos sobre lo que nosotros como humanos hacemos por los animales, como los salvamos, adoptamos, educamos, forjamos, etc; pero muy pocas veces nos detenemos a pensar en lo que ese animal hace por nosotros y como ellos también nos ayudan a convertirnos en las personas que somos.  Si viéramos la relación con nuestras mascotas o hijos animales (como prefiera llamarlos) como una unión simbiotica, el vinculo que se generaría seria mucho mas estrecho y el crecimiento de ambas partes, a su vez se reforzaría sin lugar a dudas.

Mi vida antes de ellos era muy simple: Era joven, sin mayores responsabilidades, libertad absoluta, poder salir de fiesta, viajar cuando quisiera, dormir fines de semana hasta que el cuerpo lo necesitara, trabajar para solventar mis gastos y ocuparme solamente de mi.  Cuando me fui a vivir sola todo era sencillo, cumplir con mis labores diarias y el resto venia solo, sin complejidades ni complicaciones.  Pero después de un tiempo esa sensación de libertad e individualismo necesitaba ser llenada, y que mejor forma que con una mascota para amar?

Chili llegó a convertirse en mi primogénito (como lo llame siempre en son de broma) mas por tradición que por premeditación.  Como dije antes era muy joven y completamente ignorante sobre lo que significaba tener a cargo un animalito, las complicaciones y responsabilidades.  Así que gracias a mi ignorancia, la solución mas lógica era ir y comprar uno (que ingenua era) y había visto un anuncio de una cerveza con un salchicha que me robo el corazón.

Con Chili todo fue hermoso y sencillo desde el primer momento, fue amor a primera vista, pero a los pocos meses empece a sentirme mal por tener que dejarlo solo cuando iba a trabajar así que Oh brillante yo, le compre un compañero!  En ese tiempo no sabia que existían los criadero ilegales, después comprendí que Brownie venia de uno de esos, y por las condiciones en las que nació y se desarrollo nunca llegó a ser un perro del todo normal, era agresivo, posesivo y odiaba a cuanto perro se cruzara.  Está de mas decir que la convivencia con Chili se volvió compleja en un principio.

Tiempo después tuve la posibilidad de mudarme a otro lugar y tener un horario muy flexible, por lo que les dedicaba mucho de mi día y fue en esa etapa cuando el vinculo se volvió irrompible.  Empecé a aprender de ellos, de los perros en si y sus conductas en general. Pero el momento mas importante de mi relación con Chili y Brownie se dio en el proceso de convertirme en adulta, cuando me vi sumamente afectada por un largo periodo depresivo, en uno de los capítulos mas obscuros de mis vivencias, puedo decir que mis perros me salvaron y gracias al amor y fortaleza que encontré en ellos, hoy estoy acá redactando esta historia.

Pasaron siete años entre Chili y Poderoso.  Para ese momento, siento que el llegó a nosotros para terminar de abrirnos al mundo de sensibilización contra el maltrato.  Con Poderoso, al ser mi primer rescate, me involucre activamente en el tema de Bienestar Animal y gracias a un cuadro que pinte inspirada en El, fue que me inicie como vocera en este movimiento.

Duba me encontró en un momento de transición, me dio la fuerza y compañía que necesitaba para afrontar demonios que prevalecían y me enseño que en este mundo las hembras fuertes deben luchar contra todo, aunque aveces nos sintamos absolutamente solas.  Con ella aprendí que no importa cuan perdidas podamos estar, si seguimos nuestro instinto, llegaremos a un mejor lugar y todo lo malo quedara atrás.

Y Capi...Que mas puedo decir de Capi? Como dice el dicho: Al que no quiere caldo, dos platos! Así es él conmigo o yo con él, no importa.  Juntos hemos ido corrigiendo defectos mutuos.  Ambos somos desconfiados, testarudos, temperamentales e impositivos, así que no me ha quedado de otra que aprender a ser paciente, trabajo en mi tolerancia a diario y me di cuenta que con amor, hasta el ser que mas haya sufrido, puede cambiar y crecer.

Quizá mi vida no sea tan sencilla como antes de tenerlos, pero definitivamente es mucho mejor.  Yo soy mejor humana ahora, por ellos y eso no lo cambio por la mayor libertad del universo.  Mi abuelita me decía: "A quien Dios no le da hijos, la vida le da colguijos".  Bueno , pues a mi la vida me dio 5 hijos no humanos hermosos, y hoy disfruto a los tres que me quedan como si fuera el ultimo día en el planeta.





No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Gracias por dejarnos tu comentario! Te deseamos un feliz dia.
Visitanos en facebook en "Mis Hijos Ladran".
Saludos!