22 abr 2015

Esos benditos celos!

No se si es el calor, los cambio por el viaje o que simplemente anda de malas, pero últimamente he tenido que lidiar con los celos de Duba, principalmente hacia Capi.  Es difícil manejar a un hijo celoso, sobre todo porque esto puede desencadenar serios problemas de agresividad y posesividad si no son corregidos a tiempo.


La cama, el sofá o la hora de comer son los momentos pico de los ataques de celos de Duba.  Ahí esta ella acostada en media cocina o tendida en la cama o sofá preferido, usualmente junto a mi, y aparece Capi solo para que Duba firmemente le indique que se aleje, mordisqueando al aire, pero sin llegar a morderlo, aunque poniendo muy en claro con el sonido de sus dientes, que no es bienvenido.  Capi usualmente solo da media vuelta y se va cabizbajo, pero algún dia podría intentar defenderse y Duba llevaría las de perder.

Por otro lado están los celos de Capi hacia otros humanos, sobre todo hombres y peor aun si son mayores.  En la calle, cuando caminamos, al recibir visitas y sobre todo cuando estamos solo el y yo. Inmediatamente pasa de ser el perrito dócil, temeroso y sumiso que se deja besar y rascar la pancita, para pasar a ser un perro enfadado, sobre protector y agresivo.

Poderoso, al contrario, es absolutamente "libre de celos", mientras sus juguetes no sean el objeto de deseo de alguno de los demás.  Pero en su caso, no tiene conductas agresivas, sino mas bien de acumulador, y no le gusta compartirlos.  Pero es completamente inofensivo y si se le indica, obedece y se va en busca de otro juguete, donde nadie lo moleste.

Es importante recalcar que los celos son una conducta altamente negativa e indeseada.  Debemos corregirla firmemente y desde un principio con un claro NO! y de preferencia deberá provenir de la persona que esta siendo celada.  El perro debe entender que no es gracioso y aceptable que actúe de esta manera, ya que si no lo corregimos, terminaremos enfrentándonos a peleas entre animales, ladridos, saltos y hasta riesgo de ataques a otros humanos.

En mi caso, soy consciente de lo territorial que puede volverse Capitán con los desconocidos, por eso al caminarlo, estoy siempre pendiente de "posibles factores" que pudieran alterarlo, y tomo las precauciones del caso.  Al igual que cuando recibo visitas, es preferible sacarlos al patio y esperar a que la persona ya este adentro y sentada, para permitirle al perro que la olfatee, habiendo sido muy claros en las reglas a seguir respecto al trato con los animales.

Debemos ser muy cuidadosos y responsables, ya que en caso de ataque o peleas, los principales afectados serán nuestros hijos y hasta podríamos enfrentar demandas legales.
Siempre que una nueva mascota, bebé u otro miembro de la familia llegue a vivir con nosotros, debemos seguir todo un proceso de introducción y adaptación para evitar ataques de celos y agresividad; con normas y limites muy claros y con mucha constancia.  En casos mas severos, será necesario acudir a un veterinario o profesional en conducta canina, para socializar y corregir todo comportamiento negativo.

Así que por ahora seguiremos corrigiendo a Duba, para que entienda que nuestro amor por ella no corre peligro por Capi, que es el más reciente miembro de la manada.  Y con Capitán, continuaremos nuestro proceso de rehabilitación y socialización, esperando que todos esos traumas sufridos en su antigua vida, pronto sean superados, y pueda ser un perro completamente feliz.


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