Duba.

La hembra alfa, que un día frío me encontró a mi en un parque.  Duba probablemente nació en las calles, en un barrio de la capital en medio de caos y la dura realidad.  Se crió entre machos y desde muy joven se acostumbro a luchar por sobrevivir y ganarse la simpatía de los que se la cruzaban.

Por cosas de la vida, tuvo un intento de rescate, con intención de sacarla de la calle, pero era imposible sacar la calle de ella, así que huyo recién operada, sin rumbo seguro y un poco adolorida.

Lejos de su entorno habitual, andaba perdida por las calles, agredida por algún desalmado y uno que otro perro, lo mas seguro en desesperación por comida.

En un momento nos cruzamos, me miro fijamente y cambio su camino, hacia mi.  Así, de la nada, se acostó a mi lado, en medio de una campaña animalista, y no se movió mas de ahí.  Me espero paciente hasta que termine mis labores, como si me conociera de años y así con una gran herida infectada y mucha fiebre, no se quejo ni una vez. 

Era imposible dejarla sola, después de tantas horas de lealtad, así que termine mi día con una grata sorpresa. La química fue inmediata, estábamos destinadas a darnos amor.